Los motines siguen repitiéndose una y otra vez en las comisarías de la provincia. Una revuelta protagonizada por los detenidos en la seccional 2ª genera temor entre los vecinos de barrio Sur. En estos momentos, grupos especiales de la Policía están tratando de restablecer el orden.

Pasadas las 18, los privados de la libertad alojados en la dependencia policial ubicada en Buenos Aires al 400, decidieron realizar una protesta por las condiciones en las que se encuentran y por haberse endurecido los controles a las personas que van a visitarlos diariamente. Por esa razón, decidieron provocar incidentes.

POLICÍAS en el exterior de la Comisaría. DIEGO ARÁOZ/LA GACETA

Ante la imposibilidad de controlarlos a todos, personal de la seccional 2ª solicitaron refuerzos para tratar de controlar la situación. Mientras tanto, se organizó un operativo especial para evitar que los detenidos lograran fugarse. “Este es un trabajo que llevará su tiempo. Una vez que se calmen, tendremos que realizar una requisa”, informó una fuente policial. Según trascendió, en ese lugar hay por lo menos 70 presos y el edificio tiene una capacidad para 30 como máximo.

Este es el tercer incidente registrado en poco más de 48 horas. El primero sucedió el viernes al mediodía cuando los privados de la libertad de la seccional 13ª iniciaron una protesta por las condiciones en las que se encontraban. Los cuerpos especiales intervinieron y lograron sofocar el motín. En ese mismo lugar, pero por la noche, los familiares de los detenidos generaron incidentes y provocaron daños en la dependencia policial. Los arrestados intentaron protestar, pero fueron rápidamente controlados.

UNA AMBULANCIA llegó a la Comisaría. DIEGO ARÁOZ/LA GACETA

Los motines se registraron cuando personal del Servicio Penitenciario ya se encuentra colaborando con los policías en el cuidado de los detenidos. “Ahora los controles son más estrictos y eso los está irritando”, dijo un funcionario policial. Una mujer fue sorprendida el sábado cuando intentaba entregar marihuana a uno de los presos que están alojados en la seccional 11ª.

El subdirector del Servicio Penitenciario Antonio Quinteros confirmó que desde el viernes un grupo de guardiacárceles fueron distribuidos en las seccionales 1ª, 2ª, 4ª, 6ª, 10ª, 13ª, en las comisarías de Banda del Río Salí y Alderetes y en las unidades de detenidos que funcionan en la ex Brigada. “El personal va a actuar en modo observador para ayudar y colaborar con el cuartelero; que es la figura específica del policía en custodia de los detenidos alojados en las dependencias policiales”, precisó.

DIEGO ARÁOZ/LA GACETA

Los motines y fugas están estrechamente vinculados a la crisis carcelaria que hay en la provincia. Los informes oficiales dan cuenta que en las dependencias policiales hay 1.900 personas privadas de su libertad y la capacidad de alojamiento es de poco más de 500.